La gestión de los impuestos en las empresas: una responsabilidad compartida

Ejecutivos estrechando las manos

La correcta gestión fiscal de una empresa, no puede depender en exclusiva de los asesores fiscales, ya que si bien, estos son los que mejor conocen la normativa, procedimientos y modelos tributarios, es en las empresas donde se realizan las operaciones que están sujetas a los diversos impuestos, siendo su responsabilidad asegurarse de que los asesores disponen de toda la documentación e información necesarias para realizar su labor.

Son muchos los autónomos y las Pymes, que delegan la gestión integral de los diferentes impuestos en las asesorías, para centrarse en el "core business", o actividad principal del negocio, sin embargo el conocimiento de los principales pilares del sistema tributario español, puede ser de gran utilidad para asegurarse de que se traslada a las asesorías, toda la información necesaria para la correcta gestión de los diferentes impuestos.   

Teniendo en cuenta las palabras de Benjamin Franklin, de que "en este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos" , los impuestos serán una constante a lo largo de la vida de una empresa, por lo que cuanto más se sepa de ellos en las empresas, mejor será sin duda la gestión tributaria de las compañías.

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5 cosas que pueden optimizar la gestión tributaria entre las asesorías y las empresas

Para la optimización de la gestión tributaria entre las empresas y las asesorías, hay cinco cosas que se deben de tener en consideración:

  1. Apoyarse en la nube, en nuevas tecnologías y en un software que permita compartir información. Dependiendo del tipo de empresa y de los servicios que se tengan contratados, puede ser de utilidad utilizar un software en la nube, que pueda ser compartido por la asesoría y la empresa, o compartir información en la nube que facilite la operativa diaria. Por ejemplo, si la asesoría presenta los impuestos, puede dejar estos en una carpeta compartida, desde donde las empresas puedan acceder a ellos, para presentarlos a las entidades financieras cuando los demanden para operaciones de financiación.
  2. Mantener una comunicación fluida. Esto permitirá reducir los tiempos de respuesta, que en muchas ocasiones son cortos, cuando hay que aportar documentación o presentar alegaciones a la Agencia Tributaria. Además, las empresas reclaman cada vez mayor rapidez por parte de sus despachos en la resolución de dudas, ya que la rapidez con la que una asesoría responda a sus clientes, ayuda a prevenir errores y evita la imposición de sanciones.
    Pero esta comunicación debe ser bidireccional, ya que si la asesoría no recibe la información que necesita a tiempo, no podrá cumplimentar debidamente los diferentes modelos tributarios.
  3. Asegurarse de que se contabilizan todas las facturas. Es importante asegurarse de que no quedan facturas de proveedores pendientes de contabilizar, lo que supondrá un mayor pago de impuestos, al dejar de deducir IVA Soportado en un periodo. Para ello, se pueden revisar albaranes de proveedores pendientes de adjuntar a las facturas, o sacar un balance de sumas y saldos, para detectar anomalías como saldos contrarios a la naturaleza de la cuenta contable del proveedor.
  4. Tener conocimientos básicos de contabilidad y de impuestos. Si no se tienen unos conocimientos básicos de contabilidad e impuestos, puede que no se sepa ni lo que necesita el asesor fiscal, o se cuestione su trabajo sin conocimiento, por el simple hecho de que salgan liquidaciones tributarias con importes elevados.
    Además los conocimientos fiscales y contables en la gerencia de las empresas, serán de gran utilidad para entenderse con el asesor fiscal y optimizar juntos la gestión tributaria, ya que si la gerencia de la empresa es consciente de la repercusión fiscal de determinadas operaciones, puede consultar con su asesor la mejor forma y el mejor periodo para realizarlas.
  5. Contar con un buen asesoramiento profesional. El que tiene un buen asesor tiene un tesoro, ya que un buen asesoramiento fiscal puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso de un negocio, ya que si de un mal asesoramiento se deriva una inspección fiscal que culmine en importantes sanciones y recargos, estos pueden abocar a un negocio al cierre.
    Para elegir un buen asesor, ya no solo son importantes los conocimientos, es importante que los clientes sepan que se tienen, para lo cual cada vez tienen más relevancia las redes sociales profesionales como Linkedin.

Con el objeto de proporcionar una formación práctica, a todas aquellas personas que necesitan del conocimiento de la tributación en su toma de decisiones, sin que sea la fiscalidad su labor principal en la empresa, el CEF.- pone a su disposición el Curso Superior de Tributación, donde además de conocer las principales figuras tributarias (IRPF, IS e IVA) se pueden conocer el resto de los impuestos que componen el sistema tributario español.

José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga
Director Administrativo y Financiero (CFO