[Descarga Gratuita] 12 puntos que debes revisar antes de presentar el impuesto sobre sociedades
Publicado el 01/06/2022
El 25 de julio, a más tardar, finaliza el plazo de presentación del impuesto sobre sociedades para la mayor parte de las empresas. Recordemos que el modelo 200 se debe presentar dentro de los 25 primeros días naturales siguientes a los 6 meses posteriores a la fecha de finalización del ejercicio económico.
Si se quiere optimizar el pago del modelo 200, es conveniente aprovechar al máximo las bonificaciones y deducciones de esta figura tributaria. Además, también es importante no cometer errores y tener en cuenta las principales novedades que se presentan en la nueva campaña del impuesto sobre sociedades.
En tiempos turbulentos como los que estamos viviendo, la tributación puede convertirse en un importante mecanismo de redistribución de la riqueza. Pero una tributación inteligente podría ir un paso más adelante y hacer algo más que la clásica redistribución entre rentas altas y bajas, podría actuar ya directamente sobre determinadas figuras tributarias adaptando los impuestos a determinadas circunstancias de la economía, a situaciones especiales de sectores determinados o a situaciones especiales de determinadas empresas.
Según el comité de personas expertas, para iniciar el calendario de reformas fiscales que aumente la recaudación, antes es necesario afianzar la recuperación. Una vez consolidada la recuperación, la implementación de las reformas debería ser paulatina, para no lastrar la recuperación, calibrando en cada momento la situación macroeconómica y teniendo en cuenta que la recuperación de la capacidad económica de los agentes será gradual y heterogénea.
La forma en que se contabilicen las facturas emitidas y las recibidas exentas de IVA, así como las no sujetas, tiene su reflejo en los modelos tributarios de IVA. Por lo tanto, es conveniente aclarar bien las diferencias entre este tipo de operaciones y ver cómo se trasladan a las liquidaciones de IVA y al modelo 390. 
El embargo de una cuenta corriente por parte de la Agencia Tributaria es una experiencia que puede resultar bastante traumática para los deudores de Hacienda, ya que se les impide disponer de ciertas cantidades de dinero que pensaban destinar a otras finalidades distintas al pago de sus deudas tributarias.
La tributación del impuesto sobre sociedades es últimamente caballo de batalla entre multinacionales y grandes empresas, por una parte, y los gobiernos por otra, ya que estos últimos quieren que las grandes empresas paguen más por esta figura tributaria y que tributen donde generan los beneficios. 
El incumplimiento de las obligaciones tributarias no es una cuestión baladí, ya que puede traer nefastas consecuencias para ciudadanos y empresas. 
La regla de prorrata es la solución tributaria para la deducción del IVA de empresas y profesionales que realizan simultáneamente distintas actividades, entre las cuales, unas tienen derecho a la deducción del IVA, pero otras no. 
Una de las obligaciones tributarias de las empresas y autónomos es la llevanza de los libros registro de facturas emitidas y recibidas, siendo estos libros habitualmente requeridos por la Agencia Tributaria en sus comprobaciones limitadas e inspecciones. Desde la implantación del SII la Agencia Tributaria cuenta con valiosa información para alimentar su big data en su lucha para prevenir y controlar el fraude fiscal, con lo que podríamos decir que cada vez son menos las facturas que se escapan al control del fisco. 
El artículo 48.3 de la Ley 58/2003 (LGT) establece que los obligados tributarios deben comunicar su domicilio fiscal y el cambio del mismo a la Administración tributaria que corresponda, en la forma y en los términos que se establezcan reglamentariamente, sin que el cambio de domicilio fiscal produzca efectos frente a la Administración tributaria hasta que se cumpla con dicho deber de comunicación.