En materia fiscal, hay ciertas cosas que no aparecen en los programas formativos de las universidades y que solo los docentes con experiencia que trabajen en empresas pueden regalar a sus alumnos, para que así conozcan mejor el entorno en el que se van a desenvolver en el ejercicio de la asesoría fiscal. Algunas de estas cosas, como la responsabilidad del asesor, se encuentran recogidas en la Ley, y, por lo tanto, puede ser materia que se imparta en las aulas de las universidades, pero puede también que, entre el estudio de las diferentes figuras tributarias, la responsabilidad del asesor por actuar con negligencia no encuentre acomodo en el temario impartido.
Adaptar el lenguaje a los interlocutores también es algo difícil de comunicar a los alumnos, ya que el profesor explica para que los alumnos aprendan toda la terminología fiscal, no para que omitan la mayor parte con el objetivo de que algunos de sus clientes puedan entenderles mejor. Sin embargo, el asesor tiene que dominar esta terminología para comunicarse con clientes con conocimientos más amplios de fiscalidad y para redactar correctamente escritos frente a la Agencia Tributaria.